Tumores óseos

Nuestros médicos traumatólogos especialistas en tumores óseos en Madrid, son expertos en la extirpación de el tumor de una forma precisa. Gracias a nuestras técnicas de tratamiento, la recuperación de la operación propia de los tumores óseos sera rápida.

Tumores óseos más frecuentes

Los tumores óseos se desarrollan cuando las células crecen de manera incontrolada. En el caso del cáncer de huesos, existen tumores primarios, que crecen directamente en el hueso y, por otro lado, tumores metastásicos, que surgen como metástasis de otro tipo de cáncer localizado en otra parte del cuerpo.

Encondromas

El encondroma es un tumor cartilaginoso benigno común entre personas de edad avanzada. Normalmente suele localizarse en los huesos pequeños de manos y pies. Es asintomático y se diagnostica mediante pruebas de imagen.

Osteosarcomas

Es un cáncer de huesos originado en las células óseas. Suele presentarse en huesos largos localizados en las piernas. Es común en adultos jóvenes, que suelen manifestar síntomas tales como inflamación o dolor óseo.

Tumor de células gigantes

El tumor de células gigantes es benigno y suele presentarse en las extremidades inferiores. Es una patología poco frecuente, que suele afectar a pacientes de edades comprendidas entre 20 y 50 años.

Osteocondroma

Es un tumor benigno presente en huesos y cartílago. Su tratamiento se realiza mediante una resección simple o ampliada, la cual consiste en separar de forma total o parcial cualquier tejido u órgano.

Sarcoma de Ewing

Se trata de un tumor canceroso que suele aparecer en el hueso del cuerpo, aunque también puede darse en el tejido blando de alrededor de los huesos. Los síntomas más comunes son fiebre sin ningún tipo de razón, dolor e hinchazón en el área afectada.

Condrosarcomas

Este tipo de cáncer suele comenzar en los huesos y terminar extendiéndose a los tejidos blandos de su alrededor. Para diagnosticarlo es necesario extraer una muestra de tejido y proceder a su análisis en el laboratorio.

Cirugía del tumor de hueso

Operación

La operación del tumor óseo consiste en la resección del tumor. La intervención va a dura dependiendo del tipo de tumor y la complejidad de abordaje de la zona en la que esta localizado.

Hospitalización

Los tumores benignos superficiales suelen extirparse de forma sencilla y generalmente se cursa el alta en el mismo día.

newTUMOROSEO

Recuperación

En la mayoría de los casos la recuperación suele ser muy rápida. Suele ser necesario sólo el cuidado y la cicatrización de la herida que se haya tenido que realizar para abordarlo. No suelen limitar continuar con una actividad normal.

Nuestros doctores

Traumatólogos especializados en Madrid a tu disposición

Equipo de especialistas en tumores óseos en Madrid

Pide ya tu cita y obtén un diagnóstico profesional de primer nivel

Toda la información sobre tumores óseos: Síntomas, encondroma, quiste óseo, hospitalización y tratamientos.

Un tumor músculo esquelético es un crecimiento anormal de células que forman una tumoración en alguno de los huesos o articulaciones del organismo. Pueden expandirse a otros tejidos cercanos o invadir a distancia órganos u otras estructuras del cuerpo.

Son tumores localizados en huesos, tendones, ligamentos, cartílago, o, que están formados por células de estirpe óseo, tendinoso, muscular, graso, cartilaginoso o ligamentoso.

Síntomas de un tumor óseo

El paciente puede presentar un bulto palpable no doloroso en un hueso. También puede causar dolor en caso de que la tumoración sea más grande y produzca compresión local de otras estructuras cercanas. Los tumores agresivos pueden debilitar el hueso y pueden provocar fracturas óseas, sin que se produzcan traumatismos o esfuerzos relevantes (fractura patológica).

Tratamiento de los tumores óseos

Los tumores benignos suelen tratarse mediante resección local. Los tumores malignos se tratan con resección de la tumoración y los tejidos cercanos, a veces requieren una amputación amplia y reconstrucción con injertos o prótesis. También puede ser necesario en el tratamiento de los tumores malignos la utilización de quimioterapia, radioterapia o tratamiento oncológico específico.

Un tumor se origina cuando ciertas células comienzan a crecer de manera descontrolada. Dicho tumor, puede ser benigno o maligno.

Un tumor será de tipo maligno o canceroso cuando existen posibilidades de que se desarrolle y se esparza por las partes del cuerpo, invadiendo otras estructuras o diseminando a otros órganos. Estas células cancerígenas se forman en otro tejido y van creciendo de forma muy rápida hasta que llega al hueso.

Por el contrario, un tumor benigno no se disemina por el cuerpo, aunque aumente de tamaño. Presentan un crecimiento lento y local no agresivo.

Un tumor consiste en un crecimiento anómalo de un tejido, pudiendo ser benigno o maligno. En cambio, un cáncer siempre va a ser maligno, presentando también un crecimiento anormal. 

El encondroma suele ser un tumor benigno que se origina en el tejido gelatinoso del hueso. El cartílago que más se ve afectado por este tipo de tumor es el que recubre el interior de los huesos. Los encondromas más frecuentes suelen ser:

  • Encondroma en el fémur.
  • Encondroma en los dedos.
  • Encondroma en la rodilla.
  • Encondroma en el hombro.
  • Encondroma en la tibia.

Síntomas de un encondroma

No suele presentar síntomas notables, aunque hay ocasiones en los que puede originar:

  • Dolor por la fractura de algún hueso debilitado.
  • Crecimiento o disminución de un hueso en concreto que se podría ver afectado por este tumor benigno.

En muchas ocasiones, los síntomas son confusos o aparecen algunos que no se han mencionado anteriormente. Ante la aparición de un síntoma que podría relacionarse con los huesos, sería recomendable acudir a un traumatólogo especialista en tumores óseos. Si resides en Madrid, puedes ponerte en contacto con nuestro equipo de traumatólogos de tumores óseos en Madrid.

Debido a que en ocasiones este tipo de tumores no presentan ningún síntoma atípico, normalmente se suele detectar este tumor a través de un chequeo rutinario mediante un examen de rayos X, o IRM (imágenes por resonancia magnética). 

El tratamiento estará condicionado por varios factores tales como la edad del paciente, lo avanzado que esté el tumor o su opinión o preferencias. En algunos casos, el tratamiento puede necesitar una cirugía.

El osteosarcoma es un cáncer de huesos originado en las células óseas. Suele presentarse en huesos largos localizados en las piernas y rodillas, o incluso en brazos. La mayoría de casos de osteosarcomas se originan en las personas jóvenes.

Síntomas del Osteosarcoma

Los síntomas más habituales que suele darse en este tipo de cáncer óseo son:

  • Inflamación y dolor en los huesos.
  • Hinchazón en el hueso afectado.
  • Lesiones óseas sin ningún tipo de razón.

Tipos de osteosarcoma

  • Tumor de superficie: es el tipo de osteosarcoma menos frecuente, ya que es una variante rara, la cual se origina en las partes blandas.
  • Tumor central: es el tipo de osteosarcoma más común.

Tratamientos para el Osteosarcoma

El tratamiento para el osteosarcoma será diferente según el paciente y su caso, pero la mayoría de tratamientos suele constar de cirugía, quimioterapia y radioterapia.

La cirugía se utilizará para retirar el tumor y las partes dañadas. Por otra parte, la quimioterapia se empleará para el tratamiento de osteosarcoma, siendo muy común, ya que después de la cirugía se debe asegurar que no quede ninguna célula cancerígena.

Por último, la radioterapia es la destrucción de las células cancerígenas a través de rayos X. Es un método que no se suele utilizar en todos los casos.

El quiste óseo esencial es una lesión benigna que aparece en una posición central metafisaria, la cual se diagnostica al fracturarse un hueso sin previo aviso.

Este quiste se puede observar en las radiografías que muestran la fractura del hueso y, en muchas ocasiones, después de fracturarse el hueso el quiste desaparece.

Tratamiento del quiste óseo esencial

En ocasiones es necesario realizar una cirugía mínimamente invasiva para la extirpación del quiste en su totalidad.

La cirugía para los tumores de huesos se suele aplicar a la gran mayoría de los mismos, aunque sin embargo, se recomienda la operación del tumor óseo cuando se trata de un tumor maligno que pueda afectar a la calidad de vida del paciente.

Generalmente los tumores benignos no dolorosos, por lo que no es necesario operarlos a no ser que exista el riesgo de evolución a un tumor maligno. En otros casos, la intervención se realiza para prevenir un debilitamiento o fractura del hueso, provocada por bultos superficiales antiestéticos que pueden comprimir otras estructuras.

Todo dependerá del tipo de tumor óseo que presente el paciente y la gravedad del caso, ya que con un tumor benigno, como se ha explicado anteriormente, no suele ser necesaria la cirugía.

Hospitalización tras extirpar un tumor óseo

Por lo general, el alta se produce el mismo día de la cirugía. Sin embargo, si el tumor benigno es más profundo o requiere una resección más amplia, suele ser necesario la hospitalización durante una noche.

En tumores malignos que requieren amplias resecciones o un abordaje más complejo, el paciente requerirá un periodo de hospitalización más largo.

Los tumores malignos como el osteosarcoma suelen requerir una resección quirúrgica amplia asociada a quimioterapia preoperatoria y postoperatoria.

La supervivencia a los cinco años es del 70%. Siempre que sea posible se intentará mantener el miembro sin amputar, aunque a veces debe llevarse a cabo la amputación por riesgo de recaída.

Cuando existe metástasis, el pronóstico empeora y suele ser necesario el tratamiento de los órganos afectados.

Un injerto óseo consiste en una cirugía para completar los espacios de un hueso roto o con defectos, en ocasiones suele utilizarse para colocar un hueso nuevo.

Dicha cirugía es llevada a cabo por un especialista en injertos óseos el cual suele tomar tejido óseo de la pelvis o de algún hueso cercano al defectuoso. En ocasiones el tejido óseo es recogido de un hueso de un donante o de un hueso artificial, para posteriormente llevar a cabo la reconstrucción del hueso afectado.

Este procedimiento suele llevarse a cabo con el paciente sedado completamente por anestesia general.

¿Cuánto tarda en sanar un injerto óseo?

La recuperación varía dependiendo del hueso intervenido y del tamaño del injerto óseo, entre 3 semanas y 3 meses (incluso en algunos casos más), y no suele haber complicaciones a la hora de la solidificación del injerto.

No obstante, se debe evitar el tabaquismo y la nicotina, ya que puede perjudicar a la consolidación del hueso y retardar su recuperación. Tampoco se podrá practicar ningún deporte durante 6 meses.

Reproducir video acerca de CabYoutube Condromalicia

Traumatólogos especialistas de tumores óseos en Madrid

En este vídeo testimonial, nuestro paciente cuenta su experiencia con el equipo de traumatólogos especialistas de Elgeadi Traumatología. Su última intervención se llevó a cabo debido a que presentaba en tumor en la mano. Transcurridos varios días desde la operación quirúrgica, el paciente afirmó que casi ha recuperado la movilidad de la mano en su totalidad. La técnica mínimamente invasiva empleada fue la artroscopia, la cual ofrece unos resultados muy positivos y rápidos.

La experiencia de nuestros pacientes

Traumatólogos expertos en cáncer de huesos 

Pide cita con nuestro equipo y obtén un diagnóstico profesional