Durante la edad adulta, existen ciertas lesiones traumatológicas que se dan con frecuencia, formando parte de las dolencias en las personas mayores y ancianas. Parte de estas lesiones se deben a la falta de movimiento y el sedentarismo, haciendo a estas personas ser más propensas a caerse y sufrir lesiones que necesitan una revisión traumatología. En este post hablamos sobre cuáles son las lesiones traumatológicas más frecuentes y cómo ayudar a prevenirlas.
Cambios en los músculos, huesos y articulaciones con el envejecimiento
Los cambios en la postura y en la marcha son muy comunes a medida que avanza la edad. El esqueleto, proporciona apoyo y estructura al cuerpo humano; las articulaciones, aquellas que se unen con los huesos, dotan de flexibilidad al cuerpo para proporcionar el movimiento; y, por su parte, los músculos proporcionan fuerza y resistencia para mover el esqueleto.
Así, los cambios en los músculos, articulaciones y huesos provocados por la edad, debilitan los movimientos de las personas.
Efectos del envejecimiento en el sistema musculo esquelético
A partir de cierta edad, la densidad de los huesos comienza a disminuir, siendo más acelerada en las mujeres tras la menopausia. Como resultado de esto, los huesos se vuelven más frágiles y propensos a fracturarse, especialmente en la etapa de vejez.
Las articulaciones del cuerpo humano, experimentan cambios en el cartílago, volviéndose más fino y alterando sus componentes. De igual forma, las articulaciones se vuelven más rígidos, limitando, la amplitud de movimiento de estas.
La pérdida de masa muscular supone un aumento de la carga en ciertas articulaciones, generalmente las rodillas, provocando que la persona sufra artropatías y caídas.
Osteoporosis y fracturas óseas en personas mayores
En las fracturas óseas en las personas mayores, influyen dos aspectos: las caídas y la osteoporosis. El riesgo de caída aumento con la edad, y si se suma la fragilidad ósea presenta con el avance de la edad, el riesgo de las fracturas en personas mayores en muy alto.
Fracturas de cadera en adultos mayores
La fractura de cadera es una de las más temidas por las personas mayores, provocada por la ruptura de la cabeza del fémur. Esta fractura, puede aparecer en cualquier momento, ya sea caminando o al momento de levantarse de la silla o la cama, provocando la caída.
Las mujeres postmenopáusicas tienen una mayor probabilidad de presentar factura de cadera con el envejecimiento, debido, principalmente, a la disminución del estrógeno, favorecido, además, la aparición de la osteoporosis.
Fracturas del tercio proximal del húmero en personas adultas mayores
Las fracturas de húmero proximal en personas mayores se ha incrementado en los últimos años, suponiendo casi el 50% de las fracturas de húmero. Si se considera en adultos de más de 40 años, este tipo de fracturas aumenta en hasta el 76% de las mismas.
Las fracturas del tercio proximal del húmero aparecen como causa de un traumatismo directo, o cuando una persona cae sobre la mano con el brazo en abducción, o sobre la cara lateral del hombro.
Los pacientes con este tipo de fracturas presentan dolores importantes en la zona del hombro, por lo que resulta necesario un estudio mediante radiografía para evaluar el estado de la misma, cuyo tratamiento dependerá de los fragmentos de la fractura y su grado de desplazamiento.
Fractura de muñeca en personas mayores: fractura de Colles
La fractura de Colles se trata de una fractura distal del radio, que, generalmente, ocurre por una caída sobre una mano extendida.
La fractura de Colles es un indicador del grado de osteoporosis, pues algunos estudios muestran una relación entre esta fractura y la presencia de una menor densidad ósea.
¿Cómo disminuir el riesgo de fractura en personas mayores?
La seguridad es el primer factor para prevenir las caídas de los adultos mayores. Por ello, cambiar el entorno ayudará a reducir el riego de caerse y provocar una fractura ósea. Usar un andador o bastón ayudará al anciano a dotar de una estabilidad mayor cuando sea necesario. Así, el uso de zapatos con sulas de goma ayudará a una mayor tracción.
Llevar una dieta rica en calcio, con suplementos en Vitamina D, ayuda a prevenir el avance de la osteoporosis. Una dieta rica en estos nutrientes ayudará en gran medida a fortalecer los huesos y, por tanto, evitar el desarrollo de la osteoporosis.
De igual forma, el ejercicio es una de las formas más saludables de retrasar y evitar los problemas musculares, articulares y de los huesos. La práctica de un ejercicio moderado ayudará a mantener la fuerza el equilibrio y la flexibilidad en las personas con edades avanzadas. La realización de ejercicios en el agua también ayuda a mejorar la coordinación y la fuerza muscular afectada por la osteoporosis.
En Elgeadi Traumatología contamos con un equipo de traumatólogos que podrán ayudarte en todo lo que necesites para lograr el tratamiento más acertado para las lesiones traumatológicas. Si presentas alguna lesión traumatológica, no dudes en pedir cita con nuestros traumatólogos expertos en Madrid.